LEY DE INSOLVENCIA
Reorganización Empresarial
La reorganización empresarial es una figura establecida en el régimen de insolvencia (Ley 1116 de 2006) que permite normalizar las relaciones comerciales y crediticias de las organizaciones mediante su reestructuración operacional, administrativa, de activos o de pasivos.
Este proceso se prevé para las sociedades que tengan dificultades en cumplir sus obligaciones financieras o estén a punto de cesar pagos a sus proveedores.
El proceso tiene en cuenta dos etapas:
El proceso de reorganización por medio del cual se requiere la intermediación de la Superintendencia de Sociedades, para la vigilancia, y desarrollo del proceso mediante el cual se somete la empresa a un proceso de reestructuración operacional, administrativa, de activos y pasivos.
Liquidación judicial: se presenta en el momento en que la empresa incumple los acuerdos de reorganización o alguna de las causales contempladas en el artículo 49 de la Ley 1116 de 2006, como factores de incumplimiento incurriendo en una nueva solicitud de tipo judicial y administrativo.
Requisitos del proceso de reorganización
Para empezar el proceso de reorganización, de un comerciante, su empresa debe Encontrarse al borde de una situación de cesación de pagos o de incapacidad de pago inminente. Cesación de pagos. El deudor estará en cesación de pagos cuando:
Incumpla el pago por más de noventa (90) días de dos (2) o más obligaciones a favor de dos (2) o más acreedores, contraídas en desarrollo de su actividad, o tenga por lo menos dos (2) demandas de ejecución presentadas por dos (2) o más acreedores para el pago de obligaciones. En cualquier caso, el valor acumulado de las obligaciones en cuestión deberá representar no menos del diez por ciento (10%) del pasivo total a cargo del deudor a la fecha de los estados financieros de la solicitud, de conformidad con lo establecido para el efecto en la ley que corresponde a reorganización empresarial.